El cáncer es una de las enfermedades de mayor prevalencia a nivel mundial. Su investigación constante, ha permitido comenzar a entender los mecanismos involucrados en la aparición y desarrollo de esta enfermedad, logrando así la producción de nuevos fármacos para su tratamiento y en algunos casos su completa remisión.
El cáncer es un proceso complejo caracterizado por la proliferación de células que logran eludir los diversos mecanismos que controlan el crecimiento celular. Además de evadir la apoptosis, las células cancerígenas inducen la angiogénesis y se replican sin restricciones.
La transformación de células normales a células cancerosas se debe a diversas mutaciones genéticas. Únicamente entre 5-10% de los casos de cáncer se relacionan con una mutación hereditaria. La mayoría de ellas ocurren de manera aleatoria, y pueden ser más frecuentes con la exposición continua a carcinógenos.
Las mutaciones que generan células cancerosas ocurren predominantemente en oncogenes, que promueven la división celular; en los genes supresores de tumores, que inducen la muerte celular al detectar daño genético; y en los genes de reparación de ADN.
DESTACADO: Reactivos útiles para aclarar tejidos
Adicionalmente, otro tipo de mutaciones permiten a las células cancerosas evadir el control del sistema inmune, e influir en el metabolismo celular para permitir su proliferación.
El tratamiento farmacológico del cáncer depende del tipo de células cancerosas y el estado de desarrollo de la enfermedad. En algunos casos se usan agentes quimioterapéuticos, como la dacarbacina, la doxorrubicina, o el docetaxel. Estos fármacos afectan distintos procesos de la replicación celular, inhibiéndola.
En casos de células que necesitan de hormonas para crecer se usan fármacos que disminuyen la cantidad de hormonas disponibles. El tamoxifeno y la flutamida son un par de ejemplos de agentes hormonales. Todas las sustancias antes mencionadas se encuentran disponibles en nuestro catálogo de reactivos para la investigación sobre el cáncer.
Existen también fármacos que inhiben de manera específica enzimas activas en ciertas rutas metabólicas de importancia, tales como las tirosina cinasas.
Más recientemente ha cobrado importancia la inmunoterapia, en que se busca estimular al sistema inmune para reconocer y eliminar a las células cancerosas. El conocimiento de las modificaciones genéticas existentes en las células cancerosas ha hecho posible la identificación de dianas moleculares y las proteínas que estas expresan como antígenos de interés.
Una alternativa es el uso de anticuerpos monoclonales que reconocen antígenos específicos y se unen a las células cancerosas, activando así una respuesta inmune. Otro tipo de anticuerpos monoclonales, los inhibidores de puntos de control inmunitarios, re-activan a los linfocitos T para que estos reconozcan y eliminen las células cancerosas.
En la transferencia adoptiva celular (CAR) de células T, los linfocitos T son extraídos y modificados genéticamente para expresar receptores específicos a las células cancerosas del paciente. Al ser inyectados nuevamente al paciente, activan su respuesta inmune, y le proporcionan inmunidad a largo plazo.
Otro tipo de inmunoterapia es el uso de vacunas. En este caso, el sistema inmune del paciente es enfrentado a antígenos a fin de generar una respuesta de anticuerpos. Eso permite prevenir, así como tratar el cáncer.
Se espera que estos avances en la investigación científica permitan desarrollar terapias específicas para varios tipos de cáncer en el corto plazo.
1) El cáncer. National Cancer Institute. Recuperado de https://www.cancer.gov/espanol/cancer
2) Heymach J, Krilov L, Alberg A, et al. (2018). Clinical Cancer Advances 2018: Annual Report on Progress Against Cancer From the American Society of Clinical Oncology. Journal of Clinical Oncology, 36(10), 1020-1044.
Complejos de platino | Agentes alquilantes | Metabolitos antagonistas |